Fuente: https://elcomercio.pe
Por: Catherine Contreras
Derogada la ley seca en EE.UU., el Perú comenzó en 1934 la que quizá fue una de las primeras defensas de la peruanidad del pisco. Tras 85 años, un estudio del embajador Gonzalo Gutiérrez lo recuerda.
No tan antigua como el pisco pero sí añosa es la defensa que el país ha hecho históricamente de la peruanidad de nuestra bebida nacional en el mundo. Lo destaca así un artículo del embajador del Perú en Bélgica, Gonzalo Gutiérrez, quien en su estudio “Pisco Elqui, el nombre engañoso”, advierte entre otras cosas que el controvertido “anclaje toponímico” que Chile hizo en 1936 para darle cuna a su aguardiente, mucho tuvo que ver con las ansias de alcanzar un mercado internacional que nuestro país ya tenía ganado. Penosa situación que lleva más de ocho décadas de aclaraciones y que está asociada, curiosamente, al pisco punch y los tiempos de la ley seca en Estados Unidos.
“El Perú ha defendido permanentemente la peruanidad de la denominación de origen pisco. Prueba de ello son las notas diplomáticas de la Embajada del Perú en Estados Unidos, en los años 30, donde se reafirma el derecho exclusivo del Perú. No conozco que antes de ese intento de un país para utilizar la denominación peruana en EE.UU. haya ocurrido otra situación similar”, explica Gutiérrez desde Bruselas. En su artículo, el diplomático da cuenta de las gestiones que inició nuestro país justo después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara “la XXI Enmienda Constitucional, que dejaba sin efecto la prohibición de 1919 y se permitía nuevamente la libre producción, comercio y consumo de bebidas alcohólicas”. En ese país, a fines del siglo XIX, el Perú ya estaba presente en los bares de San Francisco, donde se dio origen al célebre pisco punch, justo antes de la Prohibición.
—Mercado tentador—
No tan antigua como el pisco pero sí añosa es la defensa que el país ha hecho históricamente de la peruanidad de nuestra bebida nacional en el mundo. Lo destaca así un artículo del embajador del Perú en Bélgica, Gonzalo Gutiérrez, quien en su estudio “Pisco Elqui, el nombre engañoso”, advierte entre otras cosas que el controvertido “anclaje toponímico” que Chile hizo en 1936 para darle cuna a su aguardiente, mucho tuvo que ver con las ansias de alcanzar un mercado internacional que nuestro país ya tenía ganado. Penosa situación que lleva más de ocho décadas de aclaraciones y que está asociada, curiosamente, al pisco punch y los tiempos de la ley seca en Estados Unidos.
“El Perú ha defendido permanentemente la peruanidad de la denominación de origen pisco. Prueba de ello son las notas diplomáticas de la Embajada del Perú en Estados Unidos, en los años 30, donde se reafirma el derecho exclusivo del Perú. No conozco que antes de ese intento de un país para utilizar la denominación peruana en EE.UU. haya ocurrido otra situación similar”, explica Gutiérrez desde Bruselas. En su artículo, el diplomático da cuenta de las gestiones que inició nuestro país justo después de que el Congreso de Estados Unidos aprobara “la XXI Enmienda Constitucional, que dejaba sin efecto la prohibición de 1919 y se permitía nuevamente la libre producción, comercio y consumo de bebidas alcohólicas”. En ese país, a fines del siglo XIX, el Perú ya estaba presente en los bares de San Francisco, donde se dio origen al célebre pisco punch, justo antes de la Prohibición.
—Mercado tentador—
Anota Gutiérrez que, finalizada la prohibición, Estados Unidos buscó entablar con el Perú “nuevos arreglos que permitiesen un mejor acceso de las exportaciones peruanas a Norteamérica y entre ellas retomar el importante flujo de exportaciones de pisco que llegaba antes de la prohibición, especialmente a California”. Referencias de ello las dio, en 1925, W.E. Dunn, agregado comercial a la embajada de EE.UU. en el Perú: “Mucho del brandy conocido como ‘pisco’ es realmente producido en el valle de Ica, y toma esa denominación debido a que por muchos años ha sido exportado por el puerto de ese nombre”, cita el diplomático, sobre la fama y el interés construidos.
Fue en mayo de 1934 cuando se da la alerta: una nota diplomática del embajador peruano Manuel de Freyre y Santander lleva adjunta un informe de Jorge Chamot Arróspide (comisionado general de Aduanas del Perú en Washington), donde además de aranceles y exportaciones se advierte una situación preocupante: tras la reapertura del comercio de bebidas alcohólicas en EE.UU., productos que pretendían usar nuestra denominación estaban ingresando al mercado norteamericano. Gutiérrez trascribe el importante documento: “El Perú en la actualidad está produciendo más de 12.000.000 de litros de vino y 3.500.000 de litros de aguardiente de uva, generalmente conocido bajo el nombre de ‘pisco’. Es de esperar que el Perú obtenga una cuota del total de importaciones de vinos y licores, junto con la usual garantía para proteger la denominación comercial de sus aguardientes. A este respecto debe tenerse en cuenta que espirituosas importadas de otros países están usando la denominación ‘pisco’ que es un producto exclusivamente peruano, en tanto que el único ‘pisco’ genuino es el producido en un área en torno al puerto de Pisco en el Perú”.
Tras esta primera alerta, el embajador De Freyre y Santander envía el 3 de agosto de 1934 un memorándum al secretario de Estado estadounidense, que detalla las características del pisco desde un informe de la División de Agricultura del Ministerio de Fomento y Obras Públicas del Perú. La ubicación geográfica de Pisco estaba sin duda destacada. ¿Fueron aquellas las bases de nuestra denominación de origen pisco? El diplomático opina: “En el Perú ha habido legislación para proteger nuestros productos emblemáticos desde hace mucho tiempo. Por ejemplo, en octubre de 1896, el Perú firmó con Francia un tratado en el que ambos países se comprometieron a protegerse mutuamente en todo lo concerniente a marcas de fábrica o de comercio, así como en torno a ‘los nombres de lugares de fabricación, de procedencia o de origen’. También fuimos parte –junto con Chile– de la Convención General Interamericana sobre Protección Marcaria de 1929, en la que claramente se expresa que será considerada falsa e ilegal, y por tanto prohibida, toda indicación de origen o procedencia que no corresponda realmente al lugar en que el artículo, producto o mercancía fue fabricado, manufacturado o recolectado”.
En el ámbito interno, Gutiérrez destaca “la Resolución Suprema 52, de abril de 1932, que señala que únicamente las bebidas provenientes de determinados lugares del sur peruano pueden usar la denominación ‘aguardiente de uva’, entre ellas por cierto Pisco. Otro hito es la Resolución 1206 de 1946 que norma en detalle el uso de la denominación pisco. Ya en las últimas décadas se avanza mucho más sofisticadamente en la legislación sobre la materia”.
—Sigue en la brega—
Han pasado 85 años desde que esta defensa pisquera se inició y hoy ya son 70 los países que le reconocen al Perú la denominación de origen pisco (30 de manera exclusiva y 40 para las dos naciones). “La Cancillería del Perú, en estrecha coordinación con Indecopi, viene promoviendo el registro de nuestra denominación en todos aquellos países que cuenten con un sistema nacional de registro de este tipo de derechos de propiedad intelectual”, recuerda Gutiérrez. El embajador destaca en ese sentido el caso de Ucrania, donde se ha registrado la denominación peruana, e India, donde tras un largo proceso se ha admitido para registro la denominación pisco del Perú. “Sin embargo, este es un proceso que no se agotará en breve y en el que siempre la cancillería se mantendrá atenta para promover y defender nuestros derechos sobre la denominación peruana pisco”, finaliza el diplomático.
MÁS INFORMACIÓN
- Libro: Las Damas del Pisco
- Libro: La Genealogía del Clan Cateriano en el Perú
- Libro: Arequipa. Atractivos turísticos y gastronómicos
CADENA DE CITAS
- Antes - Cita CDXX: Leer literatura puede hacernos mejores
- Después -